Cuando se mira al espejo y hace poses se da cuenta que es tan bonita y graciosa como le dice todo el mundo al verla...
Quiere ser maestra de educación física o maestra jardinera o modelo o secretaria de su papá. Todavia no sabe muy bien por qué. Pero sí esta muy segura que se va a casar y va a tener bebés y va a ser muy pero muy feliz.
¿Quién le explica como se hace para ser mujer?
¿Quién le muestra el retorcido y contradictorio camino del juego de la seducción que va a tener que representar para que un hombre vea en ella una posible esposa?
¿Habrá que decirle, como nos dijeron a nosotras hasta ahora, que tiene que "mostrar pero no mucho"?
¿Habrá que decirle que tiene que "hacerse desear" pero no aparecer como que desea?
¿Habrá que enseñarle que tiene que decir no cuando ella quiera decir sí, para que el hombre que este con ella no se asuste o inhiba y pueda continuar el mismo ritual de insistir tantas veces (como si fuera una batalla) para llegar finalmente a concederle el honor de la victoria? ¿para que él pueda sentirse el ganador que la conquistó?.......
¿Habrá que explicarle que tiene que ser hábil, paciente, delicada y sumisa cuando se presente la "oportunidad" del "candidato" (título, presencia, posición económica, condición social) haciéndole sutiles y encubiertas insinuaciones matrimoniales hasta que finalmente sea él quien aparezca con una contundente propuesta de matrimonio?
¿Habrá que prepararla para satisfacer los deseos masculinos simulando el perfecto orgasmo aunque no sienta nada, y que es el principal secreto que debe llevar a la tumba, porque de otro modo sería muy "peligroso" y haría que él "busque afuera" lo que no tiene en su casa?
¿Habrá que decirle que tiene que estar siempre sonriente y ser amable pero que una lagrimita ocasional convierte la fuerte pared masculina en un tambaleante flan?
¿Habrá que decirle que, en fin, si no aprende todos estos subterfugios, mañas, refinamientos, coqueterías, renuncias de sí, entrega total, formas de mentir y disimular sutilmente, pequeñas intrigas y atrayentes devaneos no llegará nunca a ser mujer? (*)
Aprender a ser mujer parece ser realmente difícil. La cantidad de pruebas y obstáculos que deben superarse continuamente son abrumadores.
Como si fuera poco, desde la publicidad nos agregan más y nuevos desafíos, para que nunca estemos en posición de haberlo logrado todo. Superado el desafío Actimel, aun nos queda por soslayar la prueba de la blancura de ACE y hasta el desafío Harpic para limpiar correctamente inodoros.
Nadie puede juzgarme si me puse a llorar de impotencia cuando descubrí que todavía me faltaba pasar la prueba de la cacerola:
9 comentarios:
(*) Serpientes y Palomas.
María del Carmen Marini. Laborde Editor.
enseñarle a "no estar tan disponible", como me dijo una chica que no estaba idem.
Lindo texto por si solo, no pasaba nada si no hablabas de publicidad.
Buen año!
Protervo, buen año para vos también!
Es que la "prueba de la cacerola" es el colmo...
Muy buen texto!
La macana es que si queres hacer algo distinto en publicidad primero no vendes y segundo te pones el cliente en contra.
Eso me contaba una vez una jefa de producto de las galletitas Oreo, cuando sacaron el comercial "Hermanos" donde habia un chico con sindrome de Down. El comercial se gano todos los premios pero las galletitas Oreo bajaron estrepitosamente las ventas y tuvieron que volver a la clasica publicidad de los nenes "lindos y divertidos".
En fin....
Igual yo la prueba de la cacerola jamas la hare, los caldos lights son un asco! He dicho.
y después asi crecen algunas!
Bandida, no la hagas con ningun caldo! jaja
Pauli, hay millones asi...
Excelente texto , que hallazgo! gracias por compartirlo. Ese si que es un texto que tendría que estar en mi blog de "la bruta verdad" es genial!
Lamentablemente somos el género fuerte pormás que los hombres crean lo contrario por eso nos toca aguantar, aguantar y aguantar...
Ceci, todo tuyo!
simplemente deplorable
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