30 abril, 2008

Cualidad Correcta

Cuando suponía que mi capacidad de asombro estaba perdida, tuve la suerte de viajar y ver esta publicidad.
No podia creer lo que veian mis ojos... Un desodorante sin efectos afrodisíacos y con proteccion que cuida la piel? Esto sí que debe ser nuevo, pensé.
En suma, se trata de una historia divertida, fantastica y realista a la vez.
Ojalá algun creativo de Axe tenga la misma suerte que yo y pueda ver este comercial; así talvez la proxima publicidad que hagan nos sorprenda y no sea como aquellas a los que ya nos tienen muy acostumbrados, repitiendo una y otra vez hasta el cansancio la misma idea boba.

Mozo, un vaso de cicuta por favor!

Pocas publicidades me irritan tanto como estas.
Parece que en un determinado momento, las mujeres dejaron de consumir gaseosas o cervezas… De lo contrario, no veo razón para que los genios publicitarios comenzaran a excluirlas sistemáticamente como destinatarias del mensaje.
Es cierto que las mujeres siempre han sido blanco de comparaciones odiosas, pero es la primera vez que veo – por ejemplo – el uso de mujeres como si fueran “cartas”; por el amor de Dios!
En que cabeza pudo aparecer esta idea?!, y lo peor… quien pudo considerarla divertida?!
Como de apuestas se trata, apuesto a que los creadores de las mujeres/carta son seguramente un conjunto de seres masculinos que suponen ser muy graciosos y muy piolas. No podría ser de otra manera, sobre todo viendo a los 3 protagonistas elegidos para la publicidad de Pepsi Max. Con esas caras no pueden levantarse ni a la mañana, sin embargo, cada uno aparece con unas cuantas señoritas más que bonitas, redoblando la apuesta.
La idea de Brahma es aun más patética, es hasta repugnante. Pero en definitiva es mas de lo mismo y hasta me da pereza decir algo al respecto.
En fin, aparentemente, para productos como estos, sin muchas complicaciones y disponibles para cualquiera, es muy difícil hacer publicidades que lleguen a todo el mundo, o al menos a un segmento pero incluyendo a varones y mujeres.
La cuestión siempre es la misma, dividir por género y vender algo a uno degradando al otro.
En lo personal, prefiero beber cicuta antes que aceptar una Pepsi Max o una cerveza de estas…creo que lo mismo estarán pensando muchas consumidoras.
Así que señores publicitarios, a ver si nos entendemos: si quieren hacer un comercial en el que varios muchachos aparezcan como ganadores, adelante, pero para eso no es necesario que nos comparen con cartas o nos dejen como tontas caminando al lado de un infeliz que imagina hablar con carteles de vía publica.



25 abril, 2008

Que tiene que ver el chancho con la velocidad?

Este es el tipico comercial en el que no se sabe de qué se trata hasta que termina.
La primera vez que lo vi, reconozco que me asalto la curiosidad y esperé paciente hasta que apareció el logo de la "promo DUO".
En el segundo inmediatamente posterior la pregunta que rebotaba en mi cabecita era precisamente ¿que tienen que ver todos los libros y conocer todos los lugares del mundo con tener en tu casa dos servicios de una misma empresa a la vez?
Ayudenme! Me niego a creer que esta fue la mejor idea para transmitir el mensaje de "dos en uno".

Más de lo mismo

La ingenuidad al extremo.



24 abril, 2008

Cualidad ridícula

Cuando de elegir un desodorante se trata, varios factores intervienen. Muchas pueden ser las cualidades del producto, pero lo esencial sigue siendo, precisamente, su capacidad para desodorizar.
Aunque a veces se confunde con el perfume, el desodorante nos cubre ante todo una necesidad higiénica.
Sin embargo, las publicidades de desodorantes insisten en parecerse más a un programa evangélico donde predicadores con acento brasileño nos ofrecen amuletos con poderes sanadores (casi siempre una cruz berreta o una medallita chatarra).
Entonces, a los altos fines publicitarios, poco importará lo que se tenga en cuenta al elegirlo, el poder fundamental del desodorante será siempre el afrodisíaco. Bastará una sola aplicación del mágico elixir para que el sexo opuesto nos siga cual abejas tontas (…muy tontas) a la miel.
Por sorpresa, recordé que esta cualidad ridícula no tiene solo un fundamento machista…… parece que funciona para ambos sexos.
Tampoco es muy original que digamos. Es la misma desde hace más de 20 años.
Si fuera tan fácil..... la inegenuidad linda con la idiotez.





Que ganas de romper el televisor contra la pared

La publicidad, sobre todo la televisiva, es un universo incompresible para mí.
Inversiones de cifras siderales con personajes cuidadosamente seleccionados, persiguiendo incansablemente la originalidad. Certámenes y concursos recorriendo el mundo, eligiendo sistemáticamente el mejor comercial, la mejor producción, la mejor idea.
El fin que lo justifica, claramente, vender. Vendernos. Vendernos una bebida, un perfume, un celular.
Pero mi incomprensión se vuelve casi insoportable cuando veo una publicidad que no termino de entender, porque a todas luces no tiene ningún sentido, o porque parece una broma a la sensatez de cualquier humano. Atónita, reflexiono y pienso que al menos me encantaría que en letras, no importa si son chiquitas, pasara también la dirección de mail del creativo que tuvo la brillante idea e imaginó que con semejante obra podría convencernos o influirnos, para mínimanente poder suplicarle alguna explicación.
Lamentablemente, lo única alternativa es agarrar el televisor y estamparlo contra la pared como un acto de desesperación.
La publicidad televisiva es retórica. No da derecho a replica; por lo menos no a los legos que no sabemos absolutamente nada de publicidad y que solo recibimos pasivamente la avalancha de ideas geniales que después de un proceso mas o menos jerárquico de decisión, alcanzan el aire.
Podría ponerme fundamentalista e invocar la dignidad o el respeto a los potenciales consumidores, pero no hace falta ir al extremo.
La cuestión es simple. La publicidad nos acusa de estupidez.
Ya no voy a destrozar mi televisor contra la pared para defenderme del insulto.
He aquí mi respuesta. Y el que quiera oír, que oiga.