Maestros de la sutileza.
30 marzo, 2009
25 marzo, 2009
12 marzo, 2009
What for it's all about?
Las razones por las que una mujer se dispone a dejar hasta la última gota de energía en la cinta o en el escalador podrían llegar a ser imposibles de enumerar.
No obstante, si esas razones fueran ordenadas en una pirámide, el vértice estaría ocupado sin lugar a dudas por las razones mas sublimes, como la salud o el simple placer por entrenar. Son las razones menos comunes y las que cuentan con menos adeptas.
Por eso, y siendo totalmente sinceras, es bueno saber que la gran masa de mujeres nos ubicamos con gusto en el centro y base de la pirámide, inducidas por razones seguramente mucho menos excelsas que las que inspiran al selecto grupo de la punta, pero no por eso menos estimulantes.
Nos movemos por incentivos puramente negativos que van desde la soberbia, la vanidad y el amor propio, hasta las ansias de venganza, la envidia o incluso, el despecho.
Esas son las verdaderas turbinas que nos lanzan como un cohete al paraíso de una panza chata como un panqueque y un derrier duro como una roca.
Y si… no podría ser más irónico. Todas estas razones que avivan el fuego en el corazón de las mujeres tienen como simple fundamento, otras mujeres!
Nos inspiramos en otras mujeres: en una amiga que come lo que quiere sin engordar un gramo mientras nosotras nos inflamos como globos con un mero vaso de agua; en una hermana perfecta; en la ex - novia top model de nuestro nuevo chico; en la nueva novia veinteañera de nuestro ex marido.
Si, claramente la imagen es muy importante y es uno de nuestros elementos principales a la hora de seducir pero, en definitiva, y aunque lo neguemos hasta el hartazgo, lo que realmente necesitamos es un hombre que este enamorado de nosotras más que nosotras mismas. Esto significa, un hombre que nos vea lindas siempre, despeinadas y sin maquillaje, recién amanecidas en pijamas, embarazadas como un mamut o pálidas como un papel.
Por eso, si fuera el publicitario de Men’s Health cambiaría inmediatamente el slogan.
10 marzo, 2009
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